“La teoría del caos es del gusto de los profetas malditos. Parten de una suposición sin base empírica ni lógica, o de un deseo perverso. Nos advierten de que la movilización por el derecho a ser consultado, el mero hecho de la consulta provocaría una catástrofe en Cataluña, que lógicamente se agravaría si ello derivara más tarde en independencia. Es probablemente la teoría más absurda y gratuita de todas, o la más perversa. ¿Hay guerra entre castellanos y catalanes? ¿Los políticos y opinadores mediáticos saben que entre los manifestantes de los 11 de septiembre hay muchos catalanes que hablan castellano, que nacieron en otras partes de España o son hijos o nietos de inmigrantes? ¿Los críticos de izquierda a este movimiento, al que con frecuencia tachan de conservador o reaccionario, saben que CCOO y UGT lo apoyan y que se movilizan tanto los barrios populares como los de sectores medios, así como los herederos del PSUC, es decir Iniciativa e Izquierda Unida? ¿Acaso las grandes movilizaciones con más de un millón de personas en la calle han generado violencias, enfrentamientos, miedos? ¿Sobre qué bases personalidades que pretenden situarse por encima del bien y del mal se atreven a anunciar que si el proceso destinado a ejercer el “derecho a decidir” (autodeterminación) continúa, se creará una fractura que tardará 30 o 40 años en superarse? Si es una predicción es gratuita, si es una amenaza es repugnante y si se pretende provocar acciones que intenten generar fracturas es la sociedad es una maldad.”
Jordi Borja
Buenas reflexiones para tiempos complejos.
Desde luego que es un “dilema” pero la mejor solución será decidir (autodeterminación, como tú dices). Otra es, que si de paso se incide en un proceso económico más justo, una sociedad más igualitaria y una política democrática, mejor.