“El comunismo […] que el diablo se lleve sus métodos, pero que Dios lo conserve como una amenaza constante, suspendida por encima de las cabezas de los que poseen riquezas, de los que, por defenderlas, querrían enviar a todos los demás al frente del hambre y del honor patriótico, acunándolos con la consolación de que la vida no es el más precioso de los bienes. ¡Que Dios lo conserve para que esa canalla, a la que la insolencia le hace perder la cabeza, no sea aún más insolente, para que la sociedad de los que querrían gozar en exclusiva de los placeres tenga por lo menos el sueño lleno de pesadillas! ¡Para que se les pasen las ganas de predicar moralmente a sus víctimas y las de hacer chistes sobre ellas!”
Karl Kraus (1920)